viernes, 7 de octubre de 2016

Visiones extrañas (o Before I wake)

La premisa que emprende Mike Flanagan en Before I wake (2016) es muy conocida dentro del género. Un niño huérfano pasa a manos de una nueva familia, situación que ya había experimentado en varias ocasiones. Este no tendrá algún problema de actitud, sin embargo, tenemos por entendido (a propósito de su introducción) que algo inusual sucede a su alrededor. La recién formada familia emprende su nueva rutina a medida que cada miembro se recupera de su propio drama; el niño de una vida sedentaria, los padres de una reciente pérdida. Flanagan registra el cuadro de la pareja de esposos con un aire de aflicción. El luto de su hijo trasluce heridas aún abiertas. La presencia del nuevo hijo servirá, en tanto, como parte de una terapia necesaria. A la llegada del primer evento sobrenatural, entre mágico y espeluznante, comienza a nutrirse el dramatismo y se reserva el terror a fin de no adelantar los hechos.
Se podría emparentar The Babadook (2014) con Before I wake. Ambas películas de terror de pronto ejercen sus mecanismos mediante la manifestación de alucinaciones infantiles, las mismas que van tomando terreno dentro de la rutina de los adultos. La gran distinción tiene que ver con la atmósfera. En el filme de Jennifer Kent el idioma siempre es sombrío, mientras que en el de Flanagan hay algo de júbilo. De aquí por qué el drama de los padres precisaba de una esquematización necesaria. Son esos hechos mágicos los que de pronto comienzan a enmendar en el luto de los adultos. Es decir, el intruso maligno sin querer comenzó a retribuir y consolar. Queda pendiente entonces a qué precio y hasta cuándo durará. Esto también gesta un sesgo enfermizo, caso el de la madre. Es el agente obsesivo reaccionando ante la negación de un abandono prematuro. Ya después, para cuando esta misma se da cuenta del efecto colateral de dicha “ilusión”, es tarde. Es ahí cuando Before I wake desciende su interés al inclinarse a la búsqueda de respuestas y orígenes, así hasta esclarecer con puntualidad racional todo lo acontecido.

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