lunes, 7 de julio de 2014

4ta Semana del Cine Francés: Villa Amalia y Bright Days Ahead

Dos películas con coincidencia temática. Villa Amalia (2009) y Bright days ahead (2013) se centran en la historia de mujeres maduras obstruyendo o renovando sus rutinas. En primer caso es Ann (Isabelle Huppert) abandonando todo, su matrimonio, su prolífica carrera como pianista, su departamento, su ciudad, a fin de aventurarse a un viaje que evoca a la liberación de su historial, y no solo a consecuencia de la reciente infidelidad de su marido, sino por una eventualidad más pretérita. El director Benoit Jacquot crea a una protagonista que no es víctima de una crisis, sino es dueña de un comportamiento que al final de la película tomará sentido. Villa Amalia en estructura se inicia con el desencanto de una mujer con su vida y la posterior iniciativa a replantearla. Le sigue a esto su peregrinaje como una viajera; la mejor secuencia del filme. Huppert mudando de lugares, experimentando situaciones. Aquí los diálogos se omiten y el individuo/lugar prevalece. El argumento se achica y las elipsis insinúan una finalidad contemplativa. Finalmente, al cierre la trama se renueva y la película es menos interesante. El pasado retorna, la curación de los viejos resentimientos como una especie de autoreconocimiento.
Bright days ahead es más dinámico. Recién jubilada, Caroline (Fanny Ardant) intentará sociabilizar y a la vez llenar su tiempo a través de un club para retirados. Nada parece satisfacer la personalidad activa de la mujer. La llegada de un amante, sin embargo, reavivará sus ánimos. A diferencia de otras películas sobre la infidelidad, la directora Marion Vernoux promueve dicha temática a fin de comprender los niveles de madurez entre generaciones distintas. La comedia es sobria, el drama casi es descartado. Los celos o el sentimiento de culpa pasan por el costado. Antes que estos, el criterio toma posesión en los amantes y sobretodo en el personaje de Patrick Chesnais, como el engañado esposo, quien reflexiona ante el acto con sabiduría. Bright days ahead no presume más. Al igual que en Villa Amalia posee un encanto pasajero. 

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